“Solo, pues, en el rico viñedo encontró a su padre que acollaba una vid: vestía una sucia túnica de mal ver, con zurcidos; en torno a las piernas llevaba malas grebas de buey por miedo a rasguños y heridas y en las manos golubas, reparo de espinos; cubríase de un pellejo cabruno. El dolor le arreciaba en el alma. Una vez que lo vio el pacientísimo Ulises, de vejez consumido y tomado de pena, ocultóse bajo espeso peral y dejó que fluyese su llanto…” (Homero, Odisea, 24).
Esta es la forma en Robin Lane comienza su libro "El mundo clásico: la epopeya de Grecia y Roma", con las reflexiones de Ulises al regresar a casa de su padre. Y esa es mi sensación al volver al que desde hoy es nuestra casa para ensayar.... Esta casa rezuma amistad, victorias, amores compartidos, trabajo sin tiempo ni medida, miedos,... El peregrinar termina después de haber pisado espacios que nunca pudimos hacer nuestros. Los agradecemos infinitamente, pero este es un montaje de "piel", como desde la piel y alma desbordamos gotas de sudor inoculadas de literatura.
Propongo un orden. Propongo que el crono corra y nos de una visión aproximada de cuanto hemos invertido. Sé que a veces es un absurdo, pero acotar el tiempo es una de las primeras victorias que durante un montaje, el director le inflige a las brujas que operan contra el nacimiento del nuevo hijo. Es un cocinar, es un llegar al puerto de montaña marcado en ruta. No te asegura la victoria, pero te insufla motivos para abordar la siguiente meta volante.
Consenso. La carrera comienza con La poesía es un arma cargada de futuro. Ryan arranca con nuestro juramento. Es espectacular ver el avance. Emociona verdaderamente. Hay que limpiar ese texto que me impide llegar al culmen, al éxtasis... Vuelve el marine a la carga con un astronauta más rítmico en ¿Por que no hay más viajes a la luna?. Acaba por convencernos de que Benedetti escribió ese poema para él.
No podemos fallar. Mañana de Domingo me pone como actor a remolque de Maciel. Hemos vuelto a aquel escaparate y a aquel asesinato por justicia y necesidad. Fluimos hacia Hasta que llegue el día, donde una leve propuesta del actor, minimizando el trabajo corporal, nos encoje atrapandonos en un sencillo pañuelo.
Aparece Almafuerte y el Piu Avanti se convierte en una potente arma en el momento en que por segunda vez, pasamos el texto. Si los estadios estuvieran llenos de poesía, no sé si habría futbol... Retomamos Alguien. ¿Quien se acuerda?. Extraño mecanismo este el de la construcción automática del personaje. El vacío por la falta de ensayos, sólo apareció torpemente en los leves movimientos marcados en la génesis del montaje... La celda de la tortura sigue intacta...
El americano nos propone el Fusilamiento. Narrador-Soldado-Reo, todo se confunde afortunadamente. Una idea que se aclara para confundir todo en un acto de culpabilidad heroica. Y ¿De que se rie?. El títere toma cuerpo para acometer su tramada venganza ante los ojos de los espectadores. Actor versus títere sin ganador claro. El final es excelente, pero el actor de tela, sigue a la búsqueda de una voz que le defina mejor... Al término del ensayo se fue. Me dijo que necesitaba trabajar frente a un espejo y a solas con su rival... No entendí lo de "rival"... Espero que acaben por entenderse. Esa es la solución.
Se cierran los 25 minutos con Poema al Vino. Es una fiesta. En esta ocasión el tiempo camina de nuestro lado. Sólo hoy y sólo el tiempo. Las copas brindan en un final incierto, pero ansiado.
Sumamos al maestro Brecht. Hay muchas maneras de matar. Criminal propuesta del maestro Maciel que se cierra con un no menos sangriento final del que suscribe. No sé si es buena, pero sí se que estoy a gusto con este texto en mi boca...
Vuelvo a casa libre. En mi guerra diaria en el escenario, hoy me siento ganador.